El ajo.. oh! ajo! en fin, decía por supuesto y daba las gracias de ser un alimento delicioso. Luego, cuando los rabinos que vivían en una casa con huerto en el techo de una casa de campo se dieron cuenta de que su infinita sabiduría no duraría un minuto al caer en manos de los horribles habitantes que habitaban bajo sus pies. construyeron un barco y 7 embarcaderos para aterrorizar con sus sombras mortíferas a los grisáceos cielos que cernirían sobre las cabezas la perfidia. Era pues este trabajo motivo de alegría. En la casa de los malos inquilinos se juzgaba a los ausentes con palabras despectivas, el ausente estuvo allí en espíritu y alegó con aire ofendido sus motivos de desprecio, sus parcas pero concisas palabras fueron arrolladas por un razonamiento intelectual que mas que razonar oía con deleite sus propias palabras. Quien las emitía se enorgullecía tremendamente de su erudición, mas nunca tuvo nada que ver la erudición con la verdad o la realidad.
Este es pues mi eventual presentación de los hechos borrosos, pues o estuve en la isla de los 7 embarcaderos en un barco de nube y vi la horrorosa casa y a los sabios rabinos huir de ella.
sábado, 13 de febrero de 2010
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que coño es esto?