De la inutilidad absoluta a la absoluta inutilidad hay solo un suspiro.

Como decía, de la absoluta inutilidad a la inutilidad absoluta solo hay un bostezo ¿o un suspiro era? En su enorme Era, los dinosaurios suspiraron incontables veces, es así la evolucion de la especie que ya del suspiro bostezamos con ferviente falta de emoción y poca indignacion ante el espacio que nos rodea, ante nosotros mismos y ante los demás, tal vez algunos estultos (nobleza pura en ellos) dirán con alegre indignacion que mis palabras son dignas de pañales y que mi blasfemia es de digna de una colorida y cálida ejecución (pública por favor, que de mis secretos ya no queda nada), no les quito yo, innoble, ignorante y un tanto arrogante ser, de su postura ante las ideas (que si llegasen a ser ideas serían idioteces si es que no lo son ya) que propongo sin poner la mano en el fuego por ellas. Y es que el humano con propia capacidad de razonamiento degenerado quita mundo a la fantasia y en serio se toma sus propias agonias sufriendo de este modo la falta de imaginación ¿dónde quedó la catarata inmesa que cae al final del mundo? ¿adónde se fue el alegre miedo a los dragones? respuestas mas duras encontramos en los miedos a la enfermedad, sida, cáncer, leucemia y gripe a ¿adónde van hoy las sirenas y los duendes si no es al costal inerte que ofrecen frios todos los libros? La evolucion evoluciona, hasta que seamos tempanos de hielo enranecidos por la grasa infecta del saber, mientras mas sepamos, mas limitamos las alas de nuestro propio ser. Vivamos entre libros, vivamos entre ranas diseccionadas, vivamos entre burbujas de cristal finamente confeccionadas por estas manos humanas que nunca nos permitiran por nuestro propios pies volar. Así pues, termino esta cosa, masa inerte de mi mas horrible fealdad, marginalidad aprendida entre las sábanas. Un abrazo.